En 2004, mientras caminábamos por uno de los senderos de arena que serpenteaban entre pinos y viñedos hasta el mar, nos encontramos con una antigua ruina de piedra que data de principios del siglo XIX. Encantados por la belleza virgen del entorno y la proximidad a la costa, emprendimos 12 años de negociación, compra, diseño y construcción, para transformar la ruina en una casa diseñada pensando en el verano. Desde el camino, las casas no se ven muy diferentes a las de ese día, con sus fuertes muros construidos con grandes bloques de granito irregulares. Pero ocultas detrás de estas paredes hay dos casas que combinan a la perfección lo histórico con elementos contemporáneos de madera de castaño y acero corten oxidado.
Las casas están aisladas, rodeadas de viñedos, lejos de cualquier camino. Un paseo de 800 m entre pinares y dunas conduce a la playa de Barra, una magnífica playa en un entorno natural impresionante, y más adelante a la playa de Melide frente al Atlántico. Desde la casa, puede caminar directamente a senderos que lo llevarán por la península rocosa de Cabo do Home y otras áreas de excepcional belleza.
La casa principal tiene capacidad para ocho personas en cuatro habitaciones y la Cabaña cuatro en dos habitaciones. Se pueden alquilar juntos o por separado. No hay problema de pasar de una casa a otra.